Porro

m. 1 Caribe Baile típico de la costa caribeña, con influencia cultural afrocolombiana, que se realiza en parejas. 2 Música de este baile. Si quieres un plan entretenido con el cual puedas disfrutar de nuestra cultura, música y folclor, el festival del porro es perfecto para ti. (web) 3 Caribe Tambor de forma cónica, hueco y con un parche en su parte más ancha.

Definir qué es el porro no es una tarea sencilla, sin embargo en las sabanas del caribe colombiano esta palabra se asocia a un género musical que comparte características rítmicas con el bullerengue, la puya, el fandango y unos 20 géneros caribeños más. En los departamentos de Córdoba, Sucre y Bolívar el porro suena fuerte y nunca falta en las celebraciones o fiestas populares, llamadas también fandangos, sin embargo los cordobeses llevan este tipo de música en sus venas, es tanto así que canciones como María Varilla o Soy Pelayero son un himno.

El porro cuenta con dos “subgéneros” o modalidades, primero nos encontramos con el porro palitiao’, nativo del municipio de San Pelayo y característico de las bandas de viento que se han gestado en esta región; y en segundo lugar está el porro tapao’, una construcción rítmica que se presenta en la sabana, es decir en Sucre y Bolívar. En los últimos años, artistas como Lucho Bermúdez y Pacho Galán han adaptado el género a orquestas, creando una nueva forma de interpretación que ha cogido fuerza y que podría incluirse dentro de los llamados “subgéneros”.

Los orígenes del porro son un misterio porque siempre ha estado en la memoria de muchos cordobeses y pocos se han preguntado sobre su comienzo. Maestros como Victoriano Valencia Rincón mencionan que este género se moldeó a finales del siglo XIX y principios del XX en el llamado Bolívar Grande, una región que comprendía los departamentos de Bolívar, Atlántico, Córdoba, Sucre, y San Andrés y Providencia. ¿Será que antes de esta fecha no habían porros? Lo cierto es que este aire musical es una hibridación de la tradición indígena, los ritmos de los tambores africanos y los instrumentos de viento europeos, y para hablar de sus inicios tenemos que empezar por las influencias.

La música de gaitas es la primera influencia del porro y al mencionar este instrumento no nos referimos al que es popular en Escocia, sino a uno elaborado en caña fina de uno a seis orificios, cabeza de cera y pluma de pato o pavo, propio de la comunidad indígena colombiana, además de ser uno de los instrumentos más importantes del país. Los conjuntos de gaita en el Bolívar Grande interpretaban cumbias, porros y puyas, cabe resaltar que en la época la bozá era el nombre que recibía el porro y en la actualidad así se llama al núcleo del género. También, los bailes canta’o fueron antecedentes del porro, caracterizándose por la presencia de voces y tambores africanos. Por último, se evidencia una notable influencia de la corraleja para dinamizar la práctica musical de las bandas y el repertorio.

A mediados del siglo XIX empezó el proceso de transformación del porro, los instrumentos primitivos de nuestros indígenas se sustituyeron por otros traídos de Europa. En primer lugar este cambio se realizó gracias a los frutos de la colonización. No obstante, Diógenes Galván Paternina, un comerciante contratado por familias adineradas de la región de Córdoba para traer contrabando, permitió que los instrumentos fueran accesibles, pues en uno de sus viajes llegó a Filadelfia y la única manera que encontró para traer la mercancía ilegal fue escondiéndola en trompetas, trombones, bombardinos, una tuba, un bombo, un redoblante y platillos, algunos de segunda mano y otros nuevos, de esta manera los instrumentos llegaron a las manos de algunos músico y permitieron la creación de las famosas bandas de viento.

Las bandas de viento en sus inicios tenían un repertorio de corte europeo, donde los Vals, las Polkas, las Mazurkas, los Foxtrots, los Pasodobles, las Danzas y las Contradanzas brillaban en las celebraciones de corte elitista. Las fusiones entre lo indígena y lo europeo no tardaron y músicos como Alejandro Ramírez y los hermanos De Mier influyeron en esta transformación, donde la música local se acomoda a los sistemas armónicos de los instrumentos de viento. Es así como los instrumentos europeos se convirtieron en vehículos para promover la mezcla de lenguajes musicales y la emergencia de nuevos géneros y repertorios.

El siglo XX se dio el apogeo del porro interpretado por las bandas de viento, además de la creación de los porros más representativos del género, los cuales permanecen en la memoria de los cordobeses. Los músicos de la banda trataban de imitar las sonoridad de las gaitas, ya sea por curiosidad, o por una motivación económica, por lo tanto al ampliar su repertorio y lograr una nueva sonoridad, se empezó a popularizar el género.

En San Pelayo, un municipio de Córdoba, el fenómeno de las bandas de viento fue bastante fuerte, tanto así que se gestó el llamado porro palitiao’. Se dice que este subgénero se formó hacia 1902 en el taller musical de la Banda Ribana, dirigida por Alejandro Ramírez. Este taller se caracterizaba porque los músicos empezaban por aprenderse el repertorio de las obras musicales clásicas para después seguir con los porros.

En los años 30 las bandas de viento empezaron a entrar en la dinámica de la piqueria, es decir se realizaban competencias entre músicos, este fenómeno se gestó porque cada barrio tenía su propia banda. Por ejemplo, en San Pelayo se daban piquerias entre los barrios de Tomate y Pelusa con las bandas Ribana y Bajera, este acontecimiento podían durar entre 2 o 3 días. Lastimosamente a finales de este año el porro entro en una fase de letargo hasta 1976.

Para los habitantes de San Pelayo la música es una de las actividades más importantes de esparcimiento, por eso este municipio es la casa del Festival Nacional del Porro. Este importante acontecimiento se dio en como una respuesta a los 200 años de celebración de San Juan Pelayo, patrono del municipio. Y en 1977 se realiza el primer Festival Nacional del Porro, donde la Banda 19 de Marzo de Laguneta Córdoba fue la campeona. Desde ese año hasta la actualidad este es uno de los festivales más importantes para exaltar este precioso género y una cuna para la creación de nuevas obras musicales.


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